jueves, 17 de diciembre de 2009


esta es una foto de una zygopetalum que nos mandaron, nos pueden mandar fotos de sus plantas, ya sea porque las quieren presumir o porque quisieran compartir alguna informacion, gracias Sol y felicidades por la nueva adquisicion

sábado, 12 de diciembre de 2009

video micropropagacion y polinizacion

Les pongo un video no muy largo acerca de la micropropagacion, espero les interese, tambien pongo otro de polinizacion



pagina interesante!!

Les pongo el link a esta paginas dedicada a tener fotos de diferentes especies de orquídeas, no se si con el fin de presumir las plantas que tiene el creador de la pagina, pero yo la uso para identificar plantas que no se que especie podria ser, las fotos no son muy buenas, pero si se dan una vuelta seguro encontraran algo que no sabian que existia, la pagina es  http://www.abundaflora.com/species_categories.htm, yo mientras les dejo una muestra de las fotos de la pagina, espero les sea de utilidad



fotos

Estas son unas pocas fotos que me paso un amigo, espero las disfruten 

 


cultivo in vitro??

En condiciones naturales, las semillas de orquídeas requieren de ser “infectadas” por un hongo micorriza, establecen una relación simbiótica y el hongo provee a la semilla de los azúcares y nutrientes que requieren para el proceso de germinación; una vez germinada la semilla se forma el protocormo, una estructura multicelular indiferenciada.  En las orquídeas epífitas el protocormo tiene capacidad fotosintética y a partir de su formación, el organismo puede elaborar su propio alimento; en el caso de las orquídeas terrestres, los protocormos  permanecen enterrados, no fotosintetizan y siguen dependiendo del hongo, a partir del protocormo se diferencian las hojas, el tallo y las raices, como se podran imaginar la probabilidad de que una semilla sea "infectada" por la micorriza es muy baja





En la actualidad las técnicas de cultivo  in vitro se consideran como una herramienta fundamental en programas de conservación y propagación de plantas ya que aumenta la posibilidad de establecer y mantener las condiciones óptimas para el desarrollo de semillas, plántulas y diversos tejidos, permite garantizar  una mayor eficiencia y rendimiento de dichos programas, debido a que bajo condiciones controladas es posible aumentar la viabilidad  y los de porcentajes de germinación ya que con estas tecnicas no se necesita de la micorriza, esto debido a que en el medio se encuentran todos los nutrientes necesarios para el crecimiento de la planta, ya sea a partir de las semillas o de una fraccion de tejido


un poco de historia

El filósofo griego Theophrastus (300 años a.C.) es reconocido por muchos como el primer botánico por su manuscrito "Indagaciones sobre las Plantas", en el que describe algunas orquídeas del Mediterráneo y les da el nombre genérico de Orchis (en griego) que significa testículo.

En el siglo I, el cirujano de Nerón, Dioscorides, en su libro Materia médica atribuye a las orquídeas propiedades que influyen en la sexualidad del hombre. Por 16 siglos se aceptaron estas teorías médicas y se creía que la orquídea era un afrodisíaco que incrementaba la sexualidad masculina e inclusive que podía influenciar para que un niño por nacer sea varón.

La Iglesia Católica consideraba a las orquídeas como el alimento de Satanás, y que las orquídeas impulsaban al hombre a los excesos. En el tratado Tragus de Hieronynus Bock (1489-1554) y posteriormente en el libro Mundos Subterraneus del jesuita Athanasius Kirchen en 1665, se afirmaba que las orquídeas no producían semillas y que las plantas brotaban del semen perdido del emparejamiento de los mamíferos.
En 1737, las orquídeas son rescatadas de la superstición por Carolus Linnaeus en su obra Genera Plantarum.

En cambio, en la China las orquídeas ya habían sido dibujadas y descritas científicamente desde el siglo III.

La primera referencia sobre orquídeas americanas se encuentra en el Codex Badianus, un tratado de plantas medicinales aztecas, en 1552. En este libro se describe la vainilla; con el fruto de esta orquídea se preparaba el tlilxochitl, una poción usada como perfume, especería o medicina.

Cabe mencionar que es muy probable que la vainilla, al igual que el cacao, sea original de los territorios que hoy pertenecen al ecuador y que hayan sido domesticadas y comercializadas en la fase tardía de la cultura Valdivia con otros pueblos de Mesoamérica.

El interés por las orquídeas recién se despertó en Europa cuando floreció la primera orquídea del Nuevo Mundo, Bletia verecunda. Esta planta fue enviada de las Bahamas a Inglaterra en 1733. En esa ocasión se llevó del Pacífico a Inglaterra 15 especies espectaculares de orquídeas, y, lo que en un inicio fue una especialidad para botánicos se convirtió en la orquideomanía de los nobles.
Todos los ricos tenían que construir un orquideario como una obligación acorde con su estatus, y cuando una orquídea florecía, el evento daba lugar a grandes fiestas y la noticia cubría las primeras planas de la prensa.

El comercio de las orquídeas realmente comenzó a ser factible con el descubrimiento del barco a vapor, a mediados del siglo XVIII, época del apogeo de la orquideomanía.

Grandes compañías surgieron en el continente Europeo, especializadas en la recolección y venta de orquídeas. Se armaron grandes y costosas expediciones al Asia y al trópico del Nuevo Mundo, especialmente hacia la Real Audiencia de Quito.

Estas expediciones duraban varios meses en mula a través de los Andes y meses en el océano, por lo que solo muy pocas de las orquídeas sobrevivían. Por algunas especies raras se pagaban grandes sumas; hay registros de una orquídea cotizada en 3 000 libras esterlinas, que significaba un poder adquisitivo que hoy se podría equiparar con 65 000 dólares americanos. Gracias a estos precios, algunos empresarios se volvieron millonarios en pocos años.

Los amantes de la aventura viajaban a América y al lejano Oriente, ya no en busca de tesoros perdidos, minas de diamantes o del fabuloso Dorado, sino en busca de la legendaria orquídea azul o de una verdadera orquídea negra.

El hábitat de las especies raras era un secreto celosamente guardado. Algunas especies de orquídeas no se han vuelto a encontrar en este siglo. El único dato registrado de su origen puede ser tan escueto como "estribaciones en la Nueva Granada", virreinato que incluía a los actuales territorios de Panamá, Colombia y Ecuador.

El comerciante de orquídeas Oversluys envió del Perú a la compañía Sanders en Inglaterra 17 000 plantas de una sola especie: la Cattleya rex, que se vendían a un equivalente de 100 dólares cada una.

Ya en 1885, el inglés B. S. Williams se quejó de esta depreciación de la naturaleza y de la consiguiente falta de respeto a las futuras generaciones.

A principios del siglo XX la era de la orquideomanía llegaba a su fin. El costo de mantenimiento de los invernaderos era extremadamente alto.

En algunos casos se requería hasta 7 toneladas de carbón al día para mantener las condiciones tropicales necesarias en los inviernos crudos de Europa. Con la carestía energética, agudizada por la Primera Guerra Mundial, se dificultó el mantenimiento de un orquideario. La locura por las orquídeas terminó de un golpe con la detonación de una carga de explosivos que puso el duque de Devonshire en sus templos de vidrio.

Con la depresión de 1929, el cultivo de orquídeas a gran escala definitivamente pasó a manos de empresarios comerciales.
Recién en 1904 se descubre que la semilla de la orquídea requiere de hongos microscópicos para que estos le surtan de la alimentación necesaria a fin de que la semilla, carente de féculas, pueda germinar.

18 años después, el norteamericano Lewis Knudson descubre un medio sintético esterilizado denominado agar, idóneo para que germinen las millones de semillas que produce cada orquídea. Con este descubrimiento se inicia la comercialización de flores cortadas de orquídeas.

Pero este fue solo el inicio de lo que constituye hoy una multimillonaria industria. El francés Georges Morel descubre cómo reproducir vegetativamente las orquídea en el año 1956.

Esta técnica, hoy día perfeccionada, permite reproducir y multiplicar las orquídeas a base de una célula de la planta tomada del rizoma, de una hoja o inclusive de un pétalo de la flor. Con esta técnica denominada meristemación se pueden obtener más de 100 000 plántulas en menos de un año a un costo total de menos de 5 000 dólares.

Las células son divididas y multiplicadas por ultravibración y de cada nueva célula brotará una nueva planta que guarda exactamente las mismas características de la planta original. Así, por ejemplo, una planta premiada que florece justo el Día de la Madre es multiplicada miles de veces en el laboratorio y el empresario puede firmar contratos a futuro asegurando la entrega, a la fecha indicada, de miles de flores cortadas de características iguales a la foto del catálogo.

Pero los japoneses sorprenden al mercado mundial en los años 70. Ellos adquirieron, de la noche a la mañana, todas las orquídeas híbridas premiadas posibles, especímenes únicos, a un costo de 1 000 a 5 000 dólares por planta y las multiplicaron egetativamente, convirtiéndolas en decenas de miles. Así inundaron el mercado mundial vendiendo a pocos dólares cada una.

Las orquídeas, hoy

La venta de las plantas de orquídeas o sus flores cortadas es hoy en día una agro-industria masiva. Solo en Estados Unidos se vende al año más de un billón de plantas. Pero todas estas son plantas de orquídeas híbridas; esto significa que diferentes géneros y especies silvestres han sido cruzadas artificialmente para mejorar sus características, de acuerdo al gusto, tanto en color y tamaño como en forma, tiempo de floración y facilidad de cultivo.

Hay más de 120 000 híbridas registradas en el mercado y las orquídeas silvestres ya no tienen importancia en el comercio mundial.

Únicamente los centros de investigación botánica y un número muy reducido de orquideólogos se interesan todavía por el cultivo de especies silvestres. Esto es una pena, porque el cultivo es el único método que asegura la supervivencia de las especies en peligro de extinción, ya que su hábitat se encuentra seriamente amenazado por la agricultura extensiva.

Curiosamente, los ecólogos de los países industrializados, despistados de la evolución que ha sufrido el mercado mundial de orquídeas, deciden en 1976 firmar en Washington el Tratado Internacional de Protección de las Especies en Peligro de Extinción (CITES) en el cual, además de algunos animales, del sinnúmero de familias de plantas solo se incluyen las orquídeas, los cactus y las euforbias.

Las orquídeas solo se tomaron en cuenta, porque alguno de ellos leyó en algún libro que la Compañía Sanders exportó del Perú (como ya hemos dicho) 17 000 plantas de Clattleya rex, poniendo a esta especie en aparente peligro de extinción. Pero se olvidaron de un detalle: eso fue hace 100 años. Hoy muchas especies de orquídeas están en peligro, pero muchas otras definitivamente no.